Los tiempos son oscuros, las costumbres corruptas y hasta el derecho a la crítica, cuando no lo ahogan medidas de censura, está expuesto al furor popular.
UMBERTO ECO

2006/08/15

Domingo 13 de agosto

Esta quinta Asamblea es sutilmente diversa a las otras. Hay muchas menos pancartas, como si la gente hubiera dejado salir todo lo que traía dentro y ya no necesitara andarlo pregonando. Es mucho menos verbena y mucho más asamblea deliberativa. Todos sentimos que se aproxima un cambio, aunque no podamos definirlo ni trazar el rumbo. Me pregunto cuántos recordarán que hoy, en 1521, la gran Tenochtitlán cayó en manos de los españoles. Al parecer, sólo yo. La gente está más preocupada por el presente y por el futuro que por el pasado remoto.

A unos cuantos metros de nosotros pasa AMLO y todos quieren saludarlo, tocarlo, fotografiarlo. Yo también, pero estoy demasiado lejos y sólo alcanzo a retratar espaldas, cabezas y cámaras. A poca distancia me tropiezo con Doña Rosario Ibarra de Piedra, ejemplo de mujer fuerte y con gracia me deja que le tome la foto.

Horacio Duarte hace el recuento de todas las irregularidades que se han encontrado y que ponen de manifiesto los alcances del fraude. Afirma que son prueba suficiente para que el TEPJF ordene un recuento total. Señala que si se anularan las casillas en las que existen votos de más o de menos la ventaja de AMLO sería mucho mayor. Aplaudimos, pero por lo menos en mi entorno inmediato no hay mucha confianza en que el Tribunal actúe con imparcialidad y justicia. La gente se muestra escéptica con sobrado fundamento. El propio recuento fue una muestra de inaudita mezquindad, de apego a la letra de la ley para evadir su sentido más amplio.

Por eso cuando el Peje propone que el megaplantón se sostenga, que continuemos la resistencia, y que ésta adopte nuevas formas hay consenso. Señala cuatro acciones inmediatas:

1) Movilizarnos a donde quiera que pretendan entregarle a FeCal su constancia de presidente electo.
2) Rodear San Lázaro el 1° de septiembre, día del último informe de gobierno de Fox.
3) Celebrar la noche del 15 de septiembre en el Zócalo.
4) El 16 de septiembre realizar, en el propio Zócalo, una Convención Nacional Democrática de todos los pueblos de México para refundar la República, estableciendo una nueva Asamblea Constituyente y acabar con la República simulada en la que estamos viviendo.

Estas movilizaciones tienen la finalidad de alcanzar cinco objetivos principales:

1. Combatiremos la pobreza y la monstruosa desigualdad imperante en nuestro país. Ya es insoportable que una minoría rapaz lo tenga todo, mientras la mayoría de los mexicanos carece hasta de lo más elemental e indispensable. Además, sin justicia no habrá garantías de seguridad ni tranquilidad para nadie. Tampoco habrá paz social. La paz es fruto de la justicia.

2. Defenderemos el patrimonio de la nación. No permitiremos que sigan enajenando los bienes nacionales. No permitiremos la privatización, bajo ninguna modalidad, de la industria eléctrica, del petróleo, de la educación pública, de la seguridad social y de los recursos naturales.

3. Haremos valer el derecho público a la información. La apertura de los medios de comunicación ha sido una conquista de los mexicanos. No permitiremos un retroceso. La tarea de los medios de comunicación es de interés público y, por tanto, los medios de comunicación deben garantizar espacios a todas las expresiones sociales, culturales y políticas de México. Entre sus obligaciones sociales está la de brindar información veraz y objetiva a la población, que sirva de base para que ésta participe de manera consciente y libre en la toma de decisiones y en la vida nacional.

4. Enfrentaremos la corrupción y la impunidad. No aceptamos, rechazamos totalmente, el Estado patrimonialista. El gobierno no puede seguir siendo un comité al servicio de una minoría. Ejercer el gobierno no puede significar privilegios ni corrupción. Tiene que castigarse a quienes cometen abusos desde el poder y despojan de su patrimonio a los mexicanos.

5. Llevaremos a cabo una renovación tajante de las instituciones. Renovaremos las instituciones, todas las instituciones civiles. No permitiremos que los principios constitucionales y las garantías individuales se sigan pisoteando, porque las instituciones encargadas de proteger estos derechos se encuentran secuestradas y sometidas a los designios de una camarilla. Ya no estamos dispuestos a permitir que la política hacendaria y fiscal se aplique sólo en beneficio de banqueros y de traficantes de influencias. Ya no estamos dispuestos a permitir que la Suprema Corte esté al servicio de potentados y se proteja a delincuentes de cuello blanco.

Nos queda claro que estamos dejando atrás lo meramente electoral para entrar al terreno de las transformaciones sociales más profundas. Algunos comentaristas dicen que AMLO siguió el camino inverso al de Marcos, quien empezó con una insurrección armada y terminó fundando sus Aguascalientes. Se preguntan si lo que sigue es la insurrección popular,queriendo significar la lucha armada, como si la decisión de ocupar pacíficamente el Zócalo y el Paseo de la Reforma para defender el voto no hubiera sido ya muestra suficiente de la terca voluntad de no dejarnos imponer un Presidente espurio. Después de todo insurrecto y rebelde son sinónimos, y ya hasta Fox atestiguó nuestro ánimo al calificarnos de renegados. Hemos sido todo menos sumisos y obedientes como nos quisiera el sistema. Somos, sin duda alguna, una población insurrecta.

No se ve fácil el camino. Llevamos décadas de quietud y sumisión y no es cosa de un día para otro organizar a la población para cambiarlo todo. No son lo mismo las marchas y manifestaciones, a las que va el que quiere, como quiere, desde dónde y hasta dónde quiere que el trabajo de organización de un nuevo país, acorde con los objetivos delineador por AMLO. Por lo pronto, hay que empezar a imaginar y discutir alternativas que vayan integrando más y más gente a todas las actividades.

En la tarde, tenemos montones de visitas en el campamento. Los niños llevaron un hurón y un hamster, que despiertan nuestra curiosidad. Acordamos el volanteo de mañana y terminamos el tercer domingo en plantón. Para variar, llueve.

2 comments:

Gerardo de Jesús Monroy said...

Caray; lo tuyo se llama grafomanía. ¡Qué bueno que la padezcas!
Estás bien activa en los plantones y encima de eso estás bien activa en la World Wide Web.
Eres la cronista no oficial del movimiento.

ChicaFresa said...

¿O logorrea? :]