La perra brava
No, no me refiero a la porra del Toluca derrotado, sino a esa que muerde hasta a los de su casa. Resulta que FeCal ya le está pagando a Elba con la misma moneda con la que ella se ha manejado en el mundo de la política: la traición, la felonía, el engaño, la mentira, la deslealtad, en suma, la poca madre.
Ella, que ya se sentía con una nalga en el silla presidencial, de pronto se encuentra en el suelo. El sábado pasado, La Jornada publicó declaraciones de Mónica Arriola Gordillo, su hijita, y que actualmente la gira de dirigente del Partido Nueva Alianza (PANAL) en las que condenaba el recorte al presupuesto destinado a la educación y ponía de manifiesto el menosprecio del pelele por este sector.
Hoy el PANAL publicó en La Jornada un desplegado de cuarto de plana --¡qué tacaños!-- intitulado La educación no es prioridad nacional en el que fijan la posición de su partido sobre el Presupuesto de Egresos en materia de gasto educativo, toda vez que las asignaciones al sector disminuyen como porcentaje de los gastos programable y neto total; en relación con los recursos aprobados en 2006, bajan de 25.4 a 22.9 por ciento en el primero, y de 18.1 a 16.7 en el segundo, además de que les disminuyeron el gasto corriente en los estados en un 29.1 por ciento.
Por lo que hace a formación continua de maestros en servicio les quitaron el 80.6 y el 79.4 para la formación de profesionales de la educación, además de los recortes sustanciales a los Ramos 11, 25 y 33 que, según el PANAL, no cubre ni siquiera las necesidades para mantener el Sistema Educativo en las condiciones actuales.
En conclusión, anuncian su rechazo al proyecto y el inicio de un trabajo legislativo intenso (grilla) para que se corrija el citado proyecto. Me imagino el tamaño del coraje de la mamá de Chucky, que de veras se creyó que le iban a dar 41,500 millones de pesos para que los invirtiera en hacer política.
Si eso le hace el pelele a sus cuates, ¿cómo extrañarnos del recorte a las universidades públicas? A mí, en lo personal, me encantó el candor de Raúl Alejandro Padilla Orozco, quien dejó salir todo el peine y adujo una serie de razones a cual más PANdejas para tratar de justificar la reducción de 900 millones a la UNAM con criterios eficientistas, cuando lo que les pesa es la existencia de instituciones que fomenten el pensamiento crítico y el análisis desapasionado de la realidad nacional.
El Teco Padilla dice que la UNAM tiene que probar su calidad. Pregunto: ¿cuántos Premios Nobel han egresado del Tec? Porque nosotros, a mucha honra, ya llevamos tres: Don Rafael de la Colina, Mario Molina y Octavio Paz. Y ni que decir de los incontables premios, nacionales e internacionales, que han recibido muchos de sus académicos e investigadores y no pocos de sus alumnos. ¿Pueden el ITAM, la UVM, la Panamericana, la Lasalle decir lo mismo?
Como suelen hacer los panistas, el tal Padilla mintió con todos los dientes, haciendo afirmaciones cuya mala leche era fácilmente comprobable. Y como suelen hacer los panistas, cuando la paliza estaba en su apogeo, se refugió tras su coordinador parlamentario Héctor Larios para que éste saliera a pedir perdón, aunque a medias.
Ahora tratan de justificar el recorte con el argumento de la transparencia en el uso de los recursos y la obligación de los alumnos de más recursos de pagar cuotas, mientras se darán becas a los que no tengan con qué pagar. Como si no conociéramos el resultado de la aplicación de este esquema perverso, que ha arrojado a la calle a muchos estudiantes pobres en Gran Bretaña y Canadá, por poner el ejemplo de dos naciones que antes apoyaban la educación de los jóvenes y ahora han restringido severamente dicho apoyo.
¿Qué es un estudiante con más recursos? ¿El que tiene un papá capitán de empresa, funcionario o líder sindical? Ni se preocupen, esos ya están en las universidades privadas, gracias a que sus progenitores comparten la malsana idea de que sólo lo que cuesta, vale.
¡Bueno, con decirles que conozco casos de dirigentes del magisterio que jamás han tenido a sus hijos en escuelas públicas! Así de incongruentes son.
Entonces, ¿estarán hablando de los hijos de esos empleados que ganan entre 12 y 40 mil pesos mensuales y que con trabajos están pagando la hipoteca, la letra del coche, las tarjetas y todo cuanto les permite vivir con la idea de que la situación en el país no está tan mal y por eso hay que votar por el PAN, "porque el Peje está contra ellos, que son ricos"? Lo siento, esos también tienen a sus hijos en las escuelas de paga, aunque sean "patito", porque no quieren que se mezclen con los pandrosos, greñudos y holgazanes de la UNAM, el Poli o la UAM.
¿Podrían los empleados de base de los sectores público y privado tener a sus hijos en escuelas que cobran colegiaturas de 40, 50 o 70 mil pesos semestrales, e incluso más? ¿Por qué aceptarían que lo que ahora es un derecho de todos los jóvenes mexicanos se convierta en una dádiva? Ahora quieren venir a aplicar su modelo Teletón también aquí. Al rato vamos a tener anuncios lacrimógenos con jóvenes desharrapados pidiendo una ayudita para poder estudiar, como si no fuéramos los trabajadores de este país los que pagamos el grueso de los impuestos que recauda el gobierno federal.
Creo que tengo el derecho a opinar en qué se gastan MI DINERO. Y quiero que se lo gasten en más educación, más salud (y digo ¡NO! al recorte que hicieron a la lucha contra el SIDA), en mejores salarios para los trabajadores de base, incluyendo los soldados que sólo recibieron el 3.5% de aumento y ganan entre 2,860 y 3,500 pesos mensuales, en transporte público, en cultura, en deporte y NO EN REPRESIÓN.
Yo no quiero más cárceles, quiero laboratorios bien equipados. No quiero tanquetas, quiero camiones para prácticas de campo que no sean trampas mortales para los estudiantes. No quiero lanzagranadas, quiero microscopios. No quiero PFPos, quiero maestros de calidad.
En otros países han surgido movimientos exitosos de los causantes para ampararse contra el mal uso de los recursos fiscales. Acá, desde luego, sabemos de qué lado masca la iguana en los tribunales fiscales y la Suprema Corta. Pero creo que, cuando menos, debemos alzar la voz por todos los medios a nuestro alcance para decir qué tipo de Presupuesto de Egresos estamos dispuestos a avalar.
Elevemos tanto el costo político de este desaguisado que tengan que recular. Todo se vale: cartas, desplegados, mantas, cartulinas en nuestros coches, movilizaciones, foros, paros. Lo único que no podemos hacer es quedarnos cruzados de brazos.
Y mientras tanto, habrá que ver cuánto le dura el berrinche al PANAL y aprovecharlo. Por lo pronto, ya le dieron un buen susto a Zermeño cuando se salieron del salón de sesiones junto con el PRI, el PRD, el PT y el PVEM.
La perra será brava, pero sigue siendo muy animal.
Ella, que ya se sentía con una nalga en el silla presidencial, de pronto se encuentra en el suelo. El sábado pasado, La Jornada publicó declaraciones de Mónica Arriola Gordillo, su hijita, y que actualmente la gira de dirigente del Partido Nueva Alianza (PANAL) en las que condenaba el recorte al presupuesto destinado a la educación y ponía de manifiesto el menosprecio del pelele por este sector.
Hoy el PANAL publicó en La Jornada un desplegado de cuarto de plana --¡qué tacaños!-- intitulado La educación no es prioridad nacional en el que fijan la posición de su partido sobre el Presupuesto de Egresos en materia de gasto educativo, toda vez que las asignaciones al sector disminuyen como porcentaje de los gastos programable y neto total; en relación con los recursos aprobados en 2006, bajan de 25.4 a 22.9 por ciento en el primero, y de 18.1 a 16.7 en el segundo, además de que les disminuyeron el gasto corriente en los estados en un 29.1 por ciento.
Por lo que hace a formación continua de maestros en servicio les quitaron el 80.6 y el 79.4 para la formación de profesionales de la educación, además de los recortes sustanciales a los Ramos 11, 25 y 33 que, según el PANAL, no cubre ni siquiera las necesidades para mantener el Sistema Educativo en las condiciones actuales.
En conclusión, anuncian su rechazo al proyecto y el inicio de un trabajo legislativo intenso (grilla) para que se corrija el citado proyecto. Me imagino el tamaño del coraje de la mamá de Chucky, que de veras se creyó que le iban a dar 41,500 millones de pesos para que los invirtiera en hacer política.
Si eso le hace el pelele a sus cuates, ¿cómo extrañarnos del recorte a las universidades públicas? A mí, en lo personal, me encantó el candor de Raúl Alejandro Padilla Orozco, quien dejó salir todo el peine y adujo una serie de razones a cual más PANdejas para tratar de justificar la reducción de 900 millones a la UNAM con criterios eficientistas, cuando lo que les pesa es la existencia de instituciones que fomenten el pensamiento crítico y el análisis desapasionado de la realidad nacional.
El Teco Padilla dice que la UNAM tiene que probar su calidad. Pregunto: ¿cuántos Premios Nobel han egresado del Tec? Porque nosotros, a mucha honra, ya llevamos tres: Don Rafael de la Colina, Mario Molina y Octavio Paz. Y ni que decir de los incontables premios, nacionales e internacionales, que han recibido muchos de sus académicos e investigadores y no pocos de sus alumnos. ¿Pueden el ITAM, la UVM, la Panamericana, la Lasalle decir lo mismo?
Como suelen hacer los panistas, el tal Padilla mintió con todos los dientes, haciendo afirmaciones cuya mala leche era fácilmente comprobable. Y como suelen hacer los panistas, cuando la paliza estaba en su apogeo, se refugió tras su coordinador parlamentario Héctor Larios para que éste saliera a pedir perdón, aunque a medias.
Ahora tratan de justificar el recorte con el argumento de la transparencia en el uso de los recursos y la obligación de los alumnos de más recursos de pagar cuotas, mientras se darán becas a los que no tengan con qué pagar. Como si no conociéramos el resultado de la aplicación de este esquema perverso, que ha arrojado a la calle a muchos estudiantes pobres en Gran Bretaña y Canadá, por poner el ejemplo de dos naciones que antes apoyaban la educación de los jóvenes y ahora han restringido severamente dicho apoyo.
¿Qué es un estudiante con más recursos? ¿El que tiene un papá capitán de empresa, funcionario o líder sindical? Ni se preocupen, esos ya están en las universidades privadas, gracias a que sus progenitores comparten la malsana idea de que sólo lo que cuesta, vale.
¡Bueno, con decirles que conozco casos de dirigentes del magisterio que jamás han tenido a sus hijos en escuelas públicas! Así de incongruentes son.
Entonces, ¿estarán hablando de los hijos de esos empleados que ganan entre 12 y 40 mil pesos mensuales y que con trabajos están pagando la hipoteca, la letra del coche, las tarjetas y todo cuanto les permite vivir con la idea de que la situación en el país no está tan mal y por eso hay que votar por el PAN, "porque el Peje está contra ellos, que son ricos"? Lo siento, esos también tienen a sus hijos en las escuelas de paga, aunque sean "patito", porque no quieren que se mezclen con los pandrosos, greñudos y holgazanes de la UNAM, el Poli o la UAM.
¿Podrían los empleados de base de los sectores público y privado tener a sus hijos en escuelas que cobran colegiaturas de 40, 50 o 70 mil pesos semestrales, e incluso más? ¿Por qué aceptarían que lo que ahora es un derecho de todos los jóvenes mexicanos se convierta en una dádiva? Ahora quieren venir a aplicar su modelo Teletón también aquí. Al rato vamos a tener anuncios lacrimógenos con jóvenes desharrapados pidiendo una ayudita para poder estudiar, como si no fuéramos los trabajadores de este país los que pagamos el grueso de los impuestos que recauda el gobierno federal.
Creo que tengo el derecho a opinar en qué se gastan MI DINERO. Y quiero que se lo gasten en más educación, más salud (y digo ¡NO! al recorte que hicieron a la lucha contra el SIDA), en mejores salarios para los trabajadores de base, incluyendo los soldados que sólo recibieron el 3.5% de aumento y ganan entre 2,860 y 3,500 pesos mensuales, en transporte público, en cultura, en deporte y NO EN REPRESIÓN.
Yo no quiero más cárceles, quiero laboratorios bien equipados. No quiero tanquetas, quiero camiones para prácticas de campo que no sean trampas mortales para los estudiantes. No quiero lanzagranadas, quiero microscopios. No quiero PFPos, quiero maestros de calidad.
En otros países han surgido movimientos exitosos de los causantes para ampararse contra el mal uso de los recursos fiscales. Acá, desde luego, sabemos de qué lado masca la iguana en los tribunales fiscales y la Suprema Corta. Pero creo que, cuando menos, debemos alzar la voz por todos los medios a nuestro alcance para decir qué tipo de Presupuesto de Egresos estamos dispuestos a avalar.
Elevemos tanto el costo político de este desaguisado que tengan que recular. Todo se vale: cartas, desplegados, mantas, cartulinas en nuestros coches, movilizaciones, foros, paros. Lo único que no podemos hacer es quedarnos cruzados de brazos.
Y mientras tanto, habrá que ver cuánto le dura el berrinche al PANAL y aprovecharlo. Por lo pronto, ya le dieron un buen susto a Zermeño cuando se salieron del salón de sesiones junto con el PRI, el PRD, el PT y el PVEM.
La perra será brava, pero sigue siendo muy animal.
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