¿Muros buenos, muros malos?
Cuando el gobierno de la RDA (República Democrática Alemana) empezó a construir el Muro de Berlín en 1961 los estadounidenses, encabezados por su presidente John F. Kennedy hicieron un escándalo del tamaño del mundo contra quienes se atrevían a impedir la libre circulación de las personas.
Kennedy voló hasta Berlín para mostrar su apoyo y declaró que él, también, era un berlinés. De 1961 hasta su caída en 1989, el Muro de Berlín fue un símbolo de infamia e ignominia, de cruel inhumanidad, pues separó familias, destruyó amistades y provocó muertes.
Su caída fue celebrada en el mundo entero y muchos adquirieron sus fragmentos para que no se les olvidara jamás lo que este muro representaba. Quienes más celebraron este "triunfo de la libertad" fueron los gringos, encabezados por Ronald Reagan, quien lo consideró como un logro personal.
En sus 28 años de existencia murieron 192 personas tratando de cruzarlo.
Y ahora resulta que, según uno de esos fecalitos que suelen parar por aquí y que tan preocupados están por la salud de este blog irredento:
¿cual es el problema de que pongan rejas? acaso tu no delimitas tu casa con bardas, rejas o, en el mejor de los casos, con setos?O sea que si los gringos ponen un muro que en menos de diez años ha costado ya más de tres mil vidas de mexicanos, eso no es un problema, ni tampoco es un problema que se metan a nuestro país, violando nuestras fronteras, ni es un problema que venga Chertoff a decirnos lo que tenemos que hacer con NUESTRO (hasta el momento) petróleo ni es un problema que la fraudulenta canciller Espinosa no tenga ni la más remota idea de lo que significa soberanía.
Nuestra politica exterior es infinitamente mas importante que el hecho de que este señor venga a soldar tubitos en la barda!!
Si los mexicanos están teniendo que dejarnos es gracias a las "atinadas" políticas neoliberales que sólo han servido para crear cada vez más pobres. Ya que el "Presidente del Empleo" sólo lo ha sido para sus más cercanos familiares y amigos, siquiera debiera aceptar la responsabilidad moral que le corresponde y, cuando menos, proteger las vidas de los mexicanos que emigran, puesto que no ha sido capaz de darles sustento.
Existe una inmensa hipocresía tanto del gobierno gringo como del fecaliano. La mano de obra barata ha generado enormes riquezas en los EE.UU. De hecho, si los impuestos se mantienen bajos allá es gracias a las enormes aportaciones de los indocumentados a la seguridad social y a la hacienda local, estatal y federal de los EE.UU., pues pagan contribuciones que jamás reclamarán.
Sus remesas son la segunda fuente de divisas para México, tan sólo por debajo de los ingresos petroleros. ¿No iba Fox a la frontera a estrecharles la mano y a decirles "héroes" cada que venían de vacaciones? ¿No se desviven los bancos, Elektra y Wal-Mart por cambiar sus giros?
Todos lucran con ellos, todos se les pegan como sanguijuelas. Pero no, para Fecal como para los cipayos de mente colonizada, acostumbrados a vivir genuflectos frente a sus amos, aunque los humillen y deprecien por su origen y los cataloguen de "brownies", en el mejor de los casos, o de "beaners" o "greasers", en el peor, NO HAY PROBLEMA.
Y por cierto, yo sí quiero que me expliquen en qué consiste la quesque "política exterior" de Fecal: ¿En besarles las patas a los gringos cada que quieran? ¿En entregarles nuestras riquezas? ¿En desocuparles en 24 horas el país, para que puedan tomar posesión como nuevos dueños?
Porque lo que son los seis principios constitucionales, no aparecen por ningún lado.
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