Los tiempos son oscuros, las costumbres corruptas y hasta el derecho a la crítica, cuando no lo ahogan medidas de censura, está expuesto al furor popular.
UMBERTO ECO

2006/07/09

Amorosa disculpa a Don Fernando del Paso

Cuando Don Fernando del Paso leía su discurso, el entusiasmo de la multitud eufórica se desbordó en gritos de "Fraude", "Fraude"...
Don Fernando pensó, por un momento, que no queríamos escuchar sus bellas, sabias palabras y nos reconvino, pidiendo respeto.
Desde acá abajo, y como amorosa disculpa, reproducimos su magnífico artículo publicado en La Jornada:

Fernando del Paso

Sí hubo fraude

Sí hubo fraude, porque el engaño es fraude.

Sí hubo fraude, porque la falacia es fraude.

Sí hubo fraude, porque el abuso de confianza es fraude.

Sí hubo fraude, porque la mentira es fraude.

No hay que buscar el fraude en un millón, dos o tres millones de votos perdidos.

No hay que buscarlo en mil, tres o cinco mil actas con errores deliberados.

El fraude, el gran fraude, ya estaba allí, entre nosotros, desde mucho antes del 2 de julio.

Estaba en la forma mezquina, irresponsable, imperdonable, en la que se fue construyendo una gran mentira, una inmensa mentira. Estaba en el miedo que infundió en el votante la campaña política más sucia que jamás se haya hecho en México. Estaba en cada palabra y cada imagen de esa campaña de calumnias, de imposturas, de mezquindades, financiada con el dinero de los electores para confundir a los propios electores, para provocar su incredulidad y su desconfianza. Y en muchos casos, para provocar incluso la deslealtad a sus propios principios, sus propias primeras intenciones, sus ilusiones.

Si insistimos demasiado en buscar el fraude en el 2 de julio, corremos el riesgo de reducir la importancia de ese fraude brutal del que fue víctima el electorado mexicano. El peligro de despojarlo de su enorme trascendencia o incluso de olvidarlo.

Y no podemos darnos ese lujo. Ese fraude es ya parte de nuestra historia. Y con él, la traición a la confianza de los electores por parte de nuestras más caras instituciones. Nos defraudó el presidente Fox al avalar y participar en la campaña contra Andrés Manuel López Obrador y en favor de Felipe Calderón.

Nos defraudaron nuestras más altas autoridades electorales, porque no supieron distinguir entre libertad de expresión y libertad de ultrajar y vejar a un adversario político, y con ello injuriar y denigrar a quienes éramos -fuimos, somos- sus partidarios.


La Jornada, miércoles 5 de julio de 2006

No comments: