Greg Palast comenta...

Desde el año 2000, el articulista e investigador Greg Palast, de la BBC de Londres y del Guardian se dedicó a investigar el fraude electoral que le dió el triunfo a George W. Bush, con un poco de ayuda de sus amigos neoconservadores y de su hermano Jeb, gobernador de Florida, el estado cuyos votos cancelados, omitidos o indebidamente asignados a otros candidatos resultaron determinantes para el triunfo bushiano.

A pesar de que abundaron las denuncias que apuntaban al fraude, la presión de grandes intereses económicos vinculados a Bush y, especialmente, a su Vicepresidente, Dick Cheney, como el gigante petrolero Halliburton, la empresa eléctrica Enron, la constructora Kellog, Brown and Root y los grupos de presión religiosos vinculados a la extrema derecha actuaron sobre la opinión pública para presentar a Al Gore como un necio instransigente.

Desgraciadamente, Gore se doblegó a los intereses de un puñado de poderosos, a pesar que contaba con un gran apoyo de los electores. A diferencia de lo que ocurre en México, donde el voto directo y secreto decide quién nos habrá de gobernar, en Estados Unidos el voto popular determina votos electorales que se suman para definir a un ganador. Este mecanismo quizá fue la razón por la que los ciudadanos cuyos votos fueron escamoteados no salieron a las calles de Miami a exigir respeto.

Como ni así era seguro el triunfo, intervino una Suprema Corte de Justicia de claros tintes conservadores que le regaló a Baby Bush la Presidencia Imperial.

En 2004 el fraude se realizó en Ohio, como documentó Robert Kennedy Jr., y sirvió para subvertir nuevamente la voluntad popular, imponiendo a Bush,

De esa cuidadosa investigación de Greg Palast surgió un libro llamado La mejor democracia que el dinero puede comprar, que desnudó los mecanismos utilizados por los Republicanos para ganar: manipulación de los padrones, encuestas trucadas, conteos fraudulentos, etc.
El hecho de que Halliburton, Enron, Kellog, Brown and Root se hayan beneficiado de la silenciosa desnacionalización de PEMEX, CFE, CONAGUA y demás, gracias a contratos para explorar y explotar nuestros recursos energéticos otorgados por la magnanimidad de Fox, Muñoz Leos, FECAL, Bueno Torio tantos otros y de que la elección emitiera el mismo hedor fétido que la de Florida y Ohio atrajo la atención del Sr. Palast, quien ha estado cubriendo esta elección en una serie de magníficos artículos.

• Mexico and Florida have more in common than heat
• "Señor Blank-o" wins in Mexico
• Mexico awaiting the final count
• Grand Theft Mexico
  

Quizá FECAL y sus coprolitos pensaban que nadie se daría cuenta del golpe de mano mediante el cual pretenden apoderarse de México. Pero, como vemos, los mecanismos del fraude están siendo expuestos también en el extranjero.
Tal como dijo AMLO en el Zócalo, Calderón no es más que un títere: cuando menos una de las manos que lo mueven queda al descubierto en estos artículos. Con razón FECAL, antes de ser investido ya anda entregando nuestros energéticos.

Y por eso: VOTO POR VOTO, CASILLA POR CASILLA, FELIPE CHILLA Y CHILLA