Lero, lero, les hicimos esta marcha por uuuuleros
Hubo de todo: luchadores, matachines, bandas de metales, teatro callejero, desmadre, relajo, mentadas...
Todos éramos a la vez espectáculo y espectadores. Celebrábamos colectivamente las muestras de ingenio y las convertíamos en cánticos, lemas, gritos de apoyo.
Algún comentarista señaló que ya le hartaba el sonsonete de voto por voto, casilla por casilla. Es obvio que nunca ha participado en una marcha popular, donde el ingenio de unos alimentaba el de los demás: V x V, C x C, el Peje va a la silla y Felipe chilla y chilla, V x V, C x C, se van a la chingada Felipe y su pandilla...
La raza no perdona nada, y cuando Lupita Loaeza nos dijo emocionada que reivindicaba la votación del "seis de julio" inmediatamente se oyeron las correcciones: "Lupita, ¡fue el dos!", como si la tuviéramos enfrente, cuando estábamos a media cuadra del Hemiciclo y no había forma que Lupita oyera. Con cada nuevo orador se alzaban las pancartas, como si la pantalla fuera el orador mismo. La gente parecía decir. "Te veo y quiero que tú también me veas, te oigo, pero quiero que escuches mi voz."
Cuando el Peje empezó su discurso se hizo un silencio profundo. Sus discursos siempre tienen miga, no como la palabrería hueca a la que nos tenían acostumbrados los políticos del PRIAN. Ya sabemos que en la Asamblea Popular se harán propuestas de verdad, acciones que cada quien implementará en la medida de sus posibilidades.
Por ejemplo, en la segunda asumimos el compromiso de traer el 30 a uno más, no diez, como afirmó un editorialista del Universal. Digo, hasta por lógica... si fuimos más de un millón, ¿dónde quería que cupiéramos doce millones?. Claro que con sus cálculos, en el lobby del PAN caben ¡42 millones!, por eso FECAL se atreve a ir a "reivindicar" hasta los votos de los que no aceptamos la imposición y el fraude.
Cuando el Peje propone que nos quedemos ahí, el silencio se hace más profundo. Todos estamos haciendo cálculos: ¿Y la chamba? ¿ Y mi casa? ¿Cómo aviso? Salen a flote cuestiones prácticas: "Híjole, Peje, me hubieras avisado para traerme otros choninos y una cobija, chance un hulito" (pa' guarecerme, no sean mal pensados). Pero son cuestiones de implementación. Nadie duda. Ya sabíamos que ésto de luchar por la democracia implica sacrificios...
Pero el Peje empieza a delinear la estrategia: 31 campamentos foráneos en el Zócalo, 16 a todo lo largo del Paseo de la Reforma. Me imagino a Juárez, a Guillermo Prieto, a Mariano Escobedo, a Ignacio Zarco, a Vicente Zaragoza, a Santos Degollado, a todos esos hombres esforzados que conservaron la dignidad y salvaguardaron a la Patria en sus peores momentos sonriéndose desde sus estatuas, observando nuestros improvisados campamentos, tan semejantes a los suyos, cuando atravesaron este país a lo ancho y a lo largo para salvar a la República.
Acaba de terminar el Himno Nacional cuando ya los grupos se reúnen para organizarse.
El megáfono de los UNAMeros llama a reunión inmediata. Nosotros, los telefonistas, hacemos otro tanto. El acto apenas ha terminado y las primeros contingentes extienden sus lacitos y les cuelgan pancartas para delinear su espacio. "Somos los de la Cuauhtémoc", "Benito Juárez, presente".
Me imagino la cara de todos los comentaristas políticos del país: la quijada les ha de llegar al suelo. Hay que hacerles llegar una espátula para que la despeguen. ¡Ah que mi Peje!¡Si hasta a nosotros, que estamos acostumbrados a esperar lo inesparado nos dejó boquiabiertos!
Obvio: la histeria aparece de inmediato. "Irresponsable", "Quiere acabar con el país", "Caprichoso", "Mesiánico". ¡Cómo nos atrevemos a compararnos con otros movimientos sociales semejantes, como el de Ucrania! ¡Esos si eran "gente decente", güeritos ojiazules, no puro "peladaje" como nosotros!
Y una vez más me acuerdo de esa frase que dice que cuando existen muchos hombres sin honra, hay hombres que encarnan por sí solos la honra de muchos. ¡Y mi Peje es de esos!
Por lo pronto, los dejo, porque urgen las cobijas y la ropa de abrigo. El altiplano es muy frío en las noches y nuestros compas del resto del país necesitan cuidados.
Organícense para apoyarlos y apoyarnos. Los chilangos estamos dispuestos a cuidar el fuerte. Resistiremos mientras haga falta. ¡Acá los esperamos!
¡Hasta pronto!
4 comments:
Chingón esfuerzo, compañera. Gracias.
Te leo y se me eriza la piel... Es como volver a estar ahí.
Me acuerdo que cuando el peje hizo la propuesta de la asamblea permanente y quedarnos todos en el zócalo, mi hermano se volteó a verme como diciendo no mames jajaja. Después cuando dijo cómo iba a ser la movilización, me dijo: aquí estoy el próximo fin de semana, vengo a acampar!!
Las personas que estaban junto a nosotros venían de Morelos y de la sierra de Puebla, también dijeron, "lo que se necesite, esto es no solo para apoyar al peje, es para apoyarnos a nosotros".
Me acuerdo, y se me hace nudo la garganta...
erathora, caritina
Yo sé que si estuvieran acá nos estarían acompañando. Un abrazo y considérenme su representante
Gracias chicafresa, un abrazo solidario!!
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