Los tiempos son oscuros, las costumbres corruptas y hasta el derecho a la crítica, cuando no lo ahogan medidas de censura, está expuesto al furor popular.
UMBERTO ECO

2006/07/12

Otra de cínicos...

Hoy, en el periódico La Afición salió una pequeña entrevista con Marco Materazzi, el jugador italiano que provocó la expulsión del francés Zinedine Zidane en la final del Mundial.
Dijo:

(Zidane) ya estaba muy impertinente y entonces yo lo insulté con palabras que se oyen constantemente en una cancha de futbol.
Cuando le preguntaron acerca del contenido de los insultos, contestó:
Soy un ignorante, no sé lo que es un terrorista islamista.
También negó haber insultado a la madre de Zidane, según se había dado a conocer. Afirmó:
Para mí la madre es sagrada
¡Qué manera tan fina de reconocer que, en efecto, le dijo terrorista y le mentó la madre! El hecho es que logró enloquecer al astro en los últimos minutos de un partido crucial, al hacer que, literalmente, perdiera la cabeza y lo expulsaran.

Por suerte, los cínicos que afloran en nuestro país carecen de esa sutileza... Aunque siempre existe el peligro que, como Zidane, perdamos la cabeza en el último momento.

2 comments:

Gerardo de Jesús Monroy said...

Claro. Nos acusarían de "cabezas duras". Pero esa acción de Zidane en contra del idiota de Materazzi fue, para mí, lo más memorable y bello del Mundial.

ChicaFresa said...

¡Claro que sí! Siempre que sostenido que más vale tener fama de cabrón que de pendejo. Zidane pasa al panteón de los héroes que no se dejan, como Maradona, y no los fresitas, como Pelé.
(¿El Peje vs. Cuauhtémoc? MMMM, es de pensarse)