Pueden apagar una vela, pero no pueden apagar un incendio
En su columna Dinero del día de hoy, Enrique Galván Ochoa escribió lo siguiente:
Fox agrede a quienes no votaron por Felipillo
Una preocupación común comparten la cúpula empresarial y el alto mando panista, y no se trata sólo del Peje. Ya dijo el tabasqueño que sus huestes no van a tomar carreteras, pero don Vicente exSpot está resultando un incendiario, un Nerón en potencia. Sólo 21 por ciento de los 71 millones de ciudadanas y ciudadanos del hildebrandeado padrón electoral votaron por Felipillo; la inmensa mayoría, 56 millones, optaron por otros candidatos o anularon sus votos o simplemente no votaron; muchos andan de braceros en Estados Unidos; son los prófugos del fracaso económico del sexenio. El mini Nerón del rancho de San Cristóbal se lanzó contra todos los que no votaron por Felipillo calificándolos de ''renegados''. Ooorale. Sin duda tiene fundamento la preocupación de los azules ya que, sacando cuentas, el apoyo de don Vicente les resultó como el chiste de las albóndigas: más caro el caldo que las bolitas de carne. Felipillo recibió el voto de castigo contra los escándalos de corrupción de la familia presidencial: sacó alrededor de un millón de votos menos que el propio don Vicente hace seis años. Faltan muuuchos meses para el primero de diciembre y pueden pasar muuuuuchas cosas, y don Vicente le está echando papel periódico al fuego.
Esto nos recuerda una canción del Gran Peter Gabriel sobre el héroe de la lucha antiapartheid en Sudáfrica, Steven Biko, que fue asesinado en las cárceles secretas de la dictadura de los boer.
En una de sus estrofas, la canción dice:
Pueden apagar una vela,
pero no pueden apagar un incendio
Una vez que las llamas encienden
El viento las avivará
Y los ojos del mundo nos miran ahora
Creo que Fox no ha considerado que es una mayoría la que repudia el fraude electoral.
En la misma nota, Galván Ochoa añade lo siguiente:
Voto a voto
Faltaban unos 10 minutos para que comenzara el partido Italia-Francia, cuando Josefina Vázquez Mota hizo triunfal aparición en el restaurante, lleno de gente. La acompañaba un pequeño grupo de damas. De las mesas contiguas comenzó a surgir una porra: ''Voto por voto, voto por voto, voto por voto....'' Lo chistoso es que el restaurante era la Hacienda de Los Morales, de Polanco, bastión azul, y la mayoría de los porristas eran.... ¡panistas! Moraleja de Los Morales: hasta la gente del PAN quiere salir de dudas.
¡Ooooooorale!
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