Lorenzo

Lorenzo vino desde Ciudad Juárez a investigar lo que se dice de los renegados. Traía varias preguntas por escrito y fue haciéndolas a lo largo del plantón. Aunque mexicano, tiene facha de gringo, y ya se sabe que tanto como odiamos a Bush simpatizamos con sus pobres súbditos y estamos dispuestos a ayudarlos. Las preguntas se basaban en los mitos que propagan los medios, a saber:

1.- Que nos pagan doscientos pesos diarios (la distancia ya nos devaluó, porque algunas de mis compañeras afirman que son trescientos cincuenta).
2.- Que sólo pueden ingresar al plantón los militantes del PRD que presenten credencial vigente y un salvoconducto firmado por Leonel Cota o, de menos, por Martí Batres.
3.- Que hemos obligado a cerrar a miles de negocios y por nuestra culpa decenas de miles de trabajadores se quedaron sin chamba.
4.- Que es imposible transitar en la ciudad de México porque hemos cerrado todas las vías principales.
5.- Que comemos niños (bueno, esa no, pero casi...)

Obvio decir que comprobó que los mitos, mitos son. Y ni siquiera geniales.

Se perdió un rato y regresó con rosas para las compañeras, que aceptaron conmovidas su regalo. Les dijo que era un pequeño homenaje a unas mujeres valientes que defienden sus convicciones. Nos sorprendió su caballerosidad, que acá en Pejetepec está extinta.

Por un momento, desée que tods los que nos critican tuvieran el valor para venir a comprobar sus suposiciones. Pero luego recordé que para ser buen investigador se necesita ser inteligente. Y cuando se es inteligente, no se milita en la derecha.
Conclusión: los PANdejos lo serán hasta el fin de sus días.