Los tiempos son oscuros, las costumbres corruptas y hasta el derecho a la crítica, cuando no lo ahogan medidas de censura, está expuesto al furor popular.
UMBERTO ECO
- Que soy incapaz de resistir un reto. Lo dicho, el Beam tuvo la culpa.
- Que, como me dijera alguna vez un jefe exasperado, soy terca, terca, terca.
- Que cuando me ponen una fecha límite si produzco. Si no, siempre me ando ocupando de otras mil cosas.
- Que si una se sienta a escribir (casi) todos los días algo sale, aunque sea pésimo, pero divertido.
- Que para que una novela sea buena se necesita que tengan un espíritu más bien cabrón y pongan a sufrir a sus personajes. Si no, les sale algo así:
Ana Karenina en versión de la Chica Fresa:
"Ana Karenina conoció a un bello oficial, el conde Vronsky, que la adoraba con locura. También se enamoró de él, pero impulsada por el deseo de no lastimar a su aburridísimo marido y por sus altos valores morales le dijo ¡niguas! y se regresó a su casa a criar a su hijito, que resultó ser un higadito desagradecido que la trataba peor que a la compañera empleada doméstica. Fue medianamente infeliz hasta que se murió. Tan, tan."
Con razón Tolstoi decía que todas las familias felices son iguales...de aburridas. - Cuando se les acabe el diálogo y no se les ocurra nada, recurran a la consabida escena de sexo gratuito. Pero, por favor, si meten una escena sicalíptica, erótica, chenchual o whatever traten que sea sutil. Nada de gamberradas como de calenturoso de primero de secundaria. Las obviedades se vuelven repetitivas y pendejas. Lo digo por experiencia.
- Es un huevo escribir una novela histórica y, además, en regiones por completo desconocidas por ustedes. Corren el riego que un búlgaro ocioso les mande una carta y les diga que en las Montañas Rhodopes no hay cascadas o cualquier detalle así. O que Lorenzo Meyer (nótese el delirio de grandeza) les escriba para decirles que en 18XX fulano de tal ni siquiera había nacido y menos aún iba a ser Secretario de Hacienda u lo que sea. Ni se diga si quieren escribir sobre la fabricación de astrolabios o de zapatillas de ballet.
- Después de haberlos confundido suficientemente sobre el tema, personajes y demás de mi novela debo decir que sólo mereció ser consignada al boiler cibernético. No dió para más.
- Por último, me divertí un chingo y pienso hacerlo el año que entra.
- Y por ultimísisisisismo. Hay que cooperar con los chavos del NaNo, aunque sea con diez dolaritos.
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