Los tiempos son oscuros, las costumbres corruptas y hasta el derecho a la crítica, cuando no lo ahogan medidas de censura, está expuesto al furor popular.
UMBERTO ECO

2007/01/18

No que no tronabas, pistolita...

Hoy en la mañana el pelele firmó su primer "Pacto" social con los integrantes de la cadena maíz-tortilla. Consta de 13 puntos en los que se establecen precios máximos tanto para el maíz como para el kilo de tortillas y estará vigente hasta el 30 de abril. ¡Puro populismo al más neto estilo priísta! Si hasta pensamos que estábamos ante un Miguel de la Madrid...

Algunas de las personas entrevistadas por el Canal Mexiquense señalaron, con escepticismo, que seguramente sólo se busca aquietar el malestar generado por el abuso de los acaparadores y que en cuanto a la gente se le olvide van a volver a subir los precios. Para Javier González Garza, el pacto fue una traición, porque permitió que la tortilla subiera de 6 a 8.50 pesos por kilo.

Por su parte, las agrupaciones que NO firmaron el pacto declararon, en voz de la directora del Consejo Empresarial de la Industria del Maíz y Derivados, Greta Villaseñor, que no están obligadas a respetar el susodicho pacto y que PROFECO no puede sancionarlas si rebasan los precios tope.

Otros que tampoco estaban muy felices eran cierto representantes --innombrados-- de organismos promotores de los transgénicos, pues no lograron que se les diera el visto bueno para la importación y aplicación de dichos granos, como esperaban.

Como vemos, el pelele quedó como el cohetero. Pero, además, sufrió una derrota ideológica en grande. Hasta hace poco su vocero Sojo decía que el mercado lo arreglaría todo, dentro de la más pura ortodoxia neoliberal.

La disminución de la intervención estatal a su mínima expresión --salvo cuando se trata de ayudar a los amigos con rescates carreteros y bancarios-- es como un dogma de fe que vienen predicando desde hace tiempo y que se ha vuelto hasta estridente en voz de plumíferos tales como un tal Carlos Mota, del Milenio Diario, quien se puso casi histérico cuando propusieron que se subsidiara al maíz.

Sus argumentos fueron tan exagerados y estridentes que su nefasto tocayo, Carlos Marín, una mala ave que se ha dedicado a atacar cualquier propuesta mínimamente populista, hoy sacó un editorial de primera plana criticando a los fundamentalistas del neoliberalismo y señalando que los rescates también son subsidios para los más ricos.

En este caso, hasta nos parecía estar leyendo al Peje, y eso sí que es un cambio de posición para alguien que echa espuma por la boca cada vez que se menciona alguna de las propuestas de nuestro Presidente Legítimo.

El pelele, que trató de nadar de muertito para que los industriales ajustaran los precios a su gusto ha tenido que recurrir al intervencionismo estatal, ante el riesgo de un estallido social mayúsculo. Y eso, aunque traten de disfrazarlo de mil maneras y hasta quieran darle un sesgo positivo presentándolo como alguien preocupado por los pobres es, en una sola palabra, una DERROTA.

Ojalá que el movimiento de resistencia se dé cuenta que somos más fuertes de lo que creemos y ellos son más débiles de lo que piensan.

2 comments:

Unknown said...

Muy bueno, muy interesante.
Oye: ¿cómo ves lo de la extradición de narcos?.
¿Qué pensaría Don Cesar sobre tan expedita aceptación de las presiones gringas?
Saludos

Chilangelina said...

Si, aunque la fuerza de la resistencia es independiente de la debilidad de los otros. La fuerza de la resistencia radica, creo yo, en saber que tiene la razon.