Las mesas de discusión

Tiempo faltaba para asistir a todas las mesas de discusión convocadas por el Gobierno Legítimo. Cada una de las Secretarías se hizo responsable de uno de los temas centrales. Además de las conferencias magistrales se abrió a los presentes la posibilidad de presentar sus ponencias, propuestas o preguntas. Había disensos, cosa natural en un entorno verdaderamente democrático, y aunque atestigué en ocasiones algunas intervenciones apasionadas no me tocaron enfrentamientos o descalificaciones. Durante dos días, mañana y tarde, me tocaron espacios llenos de gente atenta e interesada.

No faltaron los críticos. "Sólo" éramos unos pocos cientos o miles participando en las discusiones.
Pero me acordé de cómo todos los grandes cambios revolucionarios han empezado así, con unos cuantos ciudadanos deseosos de construir un mundo mejor. Me vino a la mente la canción de Violeta Parra que decía "me gustan los estudiantes porque son la levadura del pan que saldrá del horno con toda su sabrosura". Eso somos: una enzima, un catalizador de algo que nos rebasa ampliamente.