Los tiempos son oscuros, las costumbres corruptas y hasta el derecho a la crítica, cuando no lo ahogan medidas de censura, está expuesto al furor popular.
UMBERTO ECO

2007/09/06

¡Arbitro vendido!

El caso de Ugalde se parece al de un árbitro bandido del que desconfían todos los equipos de la liga salvo el más pequeño y menos representativo que, gracias a una nutrida chequera se hizo de sus servicios.

TODOS los partidos, salvo el PANAL elbista, se han quejado de él y están de acuerdo con su remoción, pues saben que su presencia en la cancha sólo servirá para despertar la incredulidad del público en la validez del resultado y, llegado el caso, será la causante de una bronca generalizada, con botellazos y cohetones incluídos.

Cualquier árbitro que se encontrase en tan desafortunada situación tendría que renunciar, por poca decencia que le quedara. Claro, si no fuera tan inverecundo (forma pedante de decir sin-vergüenza) como Ugalde. Ese sí que creció y se nutrió bajo el lema del Tlacuache Garizurieta, el que acuñó la frese que mejor define a la clase política: "vivir fuera del presupuesto es vivir en el error".

Ese sí que a pesar de las mentadas del respetable y las amenazas de su expulsión por parte de una autoridad superior se aferra al puesto con desesperación y amenaza con mandar llamar a la tropa para que le despeje el campo de inconformes. Su primera acción fue tratar de amedrentar a los partidos con multas cuantiosas, que seguramente les seguirá aplicando con la menor excusa o pretexto. Pero como no parecen espantarse ahora pasa a la ofensiva mediática, confiado en que sus verdaderos patrones lo defenderán. Así, Televisa le concedió una laaaaaaaaaaaarguísima entrevista para que echara de su ronco pecho contra quienes quieren removerlo.

Ahora resulta que es el defensor de la autonomía de las instituciones y que si él cae, caerán la Suprema Corta y el Banco de México, catástrofe sólo comparable al hundimiento de la Atlántida, el estallido del Krakatoa, el terremoto de San Francisco y el reciente tsunami aconteciendo simultáneamente.

Un tipo que dió muestras del más profundo desaseo electoral, que le levantó la mano al quesque vencedor cuando aún ni siquiera estaban resueltos los cuestionamientos, que es un hijito de su Elba madre nos viene a dar clases de moralidad y decencia, como esas putas redimidas que se vuelven más persignadas que las damas de la vela perpetua.

Sin embargo, hay que agradecerle que ponga ante nosotros un tema vital: la proliferación de comisiones autónomas que regulan las actividades esenciales de la economía y la política.

De unos años a la fecha, y como consecuencia de nuestra integración al TLC, a la OCDE y a la OMC, han surgido diversas entidades "autónomas", cuyos integrantes son "inamovibles" a fin de garantizar su "independencia" frente a las presiones del gobierno. Así, tenemos la COFECO (Comisión Federal de Competencia), abocada a combatir los monopolios, especialmente si éstos son estatales y se llaman PEMEX o CFE; la COFETEL (Comisión Federal de Telecomunicaciones), cuyos integrantes salieron de las filas de Televisa, TV Azteca y otros grupos dominantes en el sector; la CNDH (puras vergüezas); la Comisión de Energía, el IFAI, el IFE (obviamente) y varios otros organismos que gozan de toda clase de privilegios y prebendas en aras de una pretendida "visión técnica" de los problemas nacionales.

Así, por ejemplo, el Banco de México maneja la economía según los más claros lineamientos neoliberales y combate "el populismo", oponiéndose a los aumentos salariales, al incremento en el gasto social y todo cuanto pueda redundar en un beneficio para la mayoría de la población.

De los viejos decrépitos de la Suprema Corta mejor ni hablamos, pues salvo la honrosa excepción de un Genáro Góngora y uno que otro Ministro que dió muestras de imparcialidad y decencia, nos encontramos ante una camarilla cuyas decisiones siempre se inclinan a la derecha y dan la razón a los poderosos (el anatocismo reclamado por los bancos, es decir, el cobro del interés sobre el interés es uno de los ejemplos más señalados).

Y la característica común de los integrantes de todas estas instituciones es que no son responsables ante el pueblo ni están sujetos a un proceso de rendición de cuentas y, menos aún, a la revocabilidad de su mandato. Así que, con el argumento de que deben estar por encima de las presiones del poder establecido, se rinden a las presiones de los poderes fácticos mientras nosotros, que somos víctimas de sus torcidas decisiones, carecemos de mecanismos para defendernos.

Y el caso de Ugalde y los consejeros del IFE es particularmente graves, pues serán los árbitros de la elección intermedia del 2009 y la presidencial del 2012, a menos que todos los ciudadanos nos sumemos a la voz de los partidos y exijamos la salida de unos árbitros profundamente venales y sinvergüenzas.

1 comment:

Roberto said...

EL PRD Y EL PEJE NO SABEN VIVR EN DEMOCRACIA AUNQUE HAYAN ACEPTADO LAS REGLAS DEL JUEGO ELECTORAL.

NO MERECEN SER OPOSICION

¡YA BASTA!