Domingo camaronero

Ricardo fue a La Viga y trajo camarones, ostiones en su concha y empanadas de pulpo, camarón y pescado en abundancia. No todo han de ser privaciones en la lucha por la democracia. Aunque el ambiente era festivo, porque nos acompañaban hijos y nietos de nuestros compañeros, no podíamos obviar la discusión política.

El discurso de AMLO planteó la disyuntiva en que se encuentran los jueces del TEPJF: pasar a la historia como hombres probos o como traidores. Habló de los cañonazos que les disparan, tanto en dinero como en ofertas de trabajo y sentenció que si llegaran a avalar el fraude pasaríamos a una nueva etapa de lucha y que ese es el sentido de la Convención Nacional Democrática del próximo 16 de septiembre. Denunció la actitud facciosa de Fox y afirmó que luchamos por nuestros hijos, para que éstos en el futuro no nos reclamen que aceptamos, por miedo, vivir en el oprobio.

¿Será éste el camino de la Revolución Mexicana en el siglo XXI? ¿Una revolución ciudadana pacífica, que a través de las movilizaciones y la creciente organización popular vaya destruyendo todos los obstáculos que se oponen a una democracia plena?

Por parte de los fascíficos cunde la histeria y cada día crecen las amenazas y los llamados a una solución de fuerza. Y como nadie mata pulgas a cañonazos, creemos que los efectos del plantón se están haciendo sentir ya, que los ojos del resto del mundo empiezan a voltear hacia esta experiencia inédita y que, tal vez, no será necesario regar el árbol de la democracia con sangre de mártires, como decía Thomas Jefferson. Por lo pronto, los ataques de la policía oaxaqueña contra los plantones de los maestros nos llevan a congratularnos, una vez más, de vivir en una ciudad gobernada por la razón y el buen sentido, muy a pesar de Fox, FeCal, Fernández de Cevallos y demás fauna semejante.

En la soleada tarde pasean familias enteras viviendo esta experiencia única, y la cámara apresa a la de Fernando Rivera Calderón, del Palomazo Informativo, quien accede a posar con su mujer y sus hijos.
Por cierto, hay quien afirma que el Peje tiene pacto con Tláloc: en sus mensajes vespetinos siempre llueve antes o después, nunca durante... Y los domingos siempre parecen ser soleados.