¿Ya ven, ignorantes?

A lo mejor conocen el chiste de la cantina que se llamaba "El mundo al revés". Su peculiaridad radicaba en que el cliente tenía que pedir las cosas justo al contrario de como las quería.

Así, por ejemplo, si quería una cuba con coca y hielo tenía que pedir un ron derecho, con pepsi al lado. Desde luego, a los parroquianos les costaba un buen emborracharse, y ya briagos, mantenerse en ese nivel, mientras el dueño se divertía a sus expensas.

Pero un día llegó un cuate mal encarado, que acababa de enterarse del proyecto de la Tonina Carstens para basculearlo, con ganas de echarse un tequila doble para que se le bajara un poco el coraje. Así, pidió su tequila doble de Don Julio reposado y le trajeron unas medias de seda. Reclamó y el dueño le dijo:
--¿Pues qué no leyó al entrar que aquí es el mundo al revés y si quiere algo tiene que pedir su contrario?
A lo que el engorilado le respondió de inmediato
--¡Ah!, Entonces ahora resulta que el que se va a ir a chingar a su madre soy yo...
y se salió muy digno.

Así me sentí con las declaraciones del ex presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) José Fernando Ojesto Martínez Porcayo, quien después de haber vivido super bien a expensas nuestras y haber avalado eso de que "Fox puso en peligro la elección, pero nomás tantito", nos sale con que la culpa del fraude la tiene el pueblo mexicano porque:

"abrimos los paquetes, los contamos, vimos las actas, vimos los informes; la verdad, la organización electoral está fuera de sospecha. Si alguien está bajo sospecha es la calidad cultural del pueblo de México, con lo doloroso que es esto. No sabe leer, no sabe escribir y menos sumar".

Especialmente, añado, cuando las cuentas del IFE y del TEPJF eran del tipo:
PAN: 1 + 1 = 25
PRI: 1 + 1 = 2
PRD: 1 + 1 = -20

Y para añadir una injuria al insulto, remató con la siguiente observación:

"(...) tenemos un problema muy grave. No sabemos leer ni contar, pero tampoco tenemos idea de lo que es la democracia. No tenemos los valores cívicos suficientes. No sabemos tolerar, no sabemos respetar a las minorías, al contrincante. No tenemos respeto por la propiedad. Es un problema de educación que tenemos que afrontar directa y rápidamente."

¿No sabemos, no tenemos, Kemo Saby? ¿Eso nos dice a los millones que salimos a las calles a denunciar el fraude y a defender nuestro voto, a los que nos plantamos en Reforma en defensa de nuestros derechos y nuestra dignidad?

Lo dicho, a cínicos nadie les gana a nuestros funcionarios y ex-funcionarios.