Les habló el payaso

Una de mis bisabuelas, no sé si Mamá Herlindita o Mamá Pachita, solía contar la siguiente historia:

Una vez llegó el circo al pueblo y, como no habían muchas diversiones, todos los chamacos salieron corriendo tras él y lo siguieron hasta que se instaló en la plaza central.

Después de haber pasado todo el día husmeando, el hambre los hizo regresar a sus respectivos hogares. Uno de ellos, hijo de Doña Cholita, prolífica madre de más de quince, regresó emocionadísimo diciendo:

--Mamá, me habló el payaso, ¡me habló el payaso!

Pero Doña Cholita no le hacía caso, ocupada como estaba en avivar las brasas para calentar la comida mientras simultáneamente amamantaba a la más pequeña e impedía que el penúltimo tirara la olla hirviente.

El hijo, desesperado, empezó a jalarle las enaguas, mientras gritaba:

--Mamá, que te digo que me habló el payaso, a mí, nada más, ¡Me habló el payaso!

Y Doña Cholita, por fin, reaccionó preguntando:

--¿Y qué te dijo?

--¡Quítate de ahí, escuincle pendejo!

Me acordé de esta anécdota ante las más recientes declaraciones de Francisco Hernández Juárez, sempiterno líder telefonista, con más de 31 años al frente del gremio y quien próximamente planteará una reforma estatutaria para "alargar su periodo", tipo Elbita, es decir, para quedarse "indefinidamente", pero con sanción oficial.

Pues hete acá que dijo:

" ... que no conoce la propuesta del Frente Amplio Progresista pero la del presidente Felipe Calderón es viable siempre y cuando se garantice que todos los empresarios pagarán impuestos."

y como la Tonina Carstens seguramente le "demostrará" que el CETU será pagado por todos los empresarios, pues voilá, ya está asegurado el apoyo de los neocharros...

Este súbito viraje se dió después de que le habló el payaso Lozano Alarcón quien, hasta hace poco, se negaba a tratar con la pelusa sindical. Bastó apenas una reunión, supongo que en las oficinas pirruris de Las Lomas, para que se ablandara. Me imagino que después de la reunión con Carstens, y cuando este le deje caer encima todos sus argumentos de peso, va a quedar más blandito que un fideo sobrecocido (ojo, no dice sobrecogido).

P.D.: Cuando andaba buscando imágenes de payasos me encontré con que no soy la única que los considera pesadillescos.

Me imagino que éste es el payaso que habla con los charros sindicales y por eso a los trabajadores nos va como nos va: