Los tiempos son oscuros, las costumbres corruptas y hasta el derecho a la crítica, cuando no lo ahogan medidas de censura, está expuesto al furor popular.
UMBERTO ECO

2007/11/05

El neoliberalismo mata


Según el farsante ese que la gira de presidente, el desastre de Tabasco se debió al cambio climático.
¡Cómoda explicación para tapar las raterías de décadas, el desmantelamiento de las redes de protección social, la minimización del papel del Estado y todo cuanto predican los ortodoxos neoliberales! Más indignante aún cuando un funcionario de la ONU explica que con medidas relativamente sencillas y baratas pudo haberse evitado la catástrofe.

Granier, el gobernador, se justifica diciendo que Villahermosa es como Nueva Orléans, por cuanto ambas se encuentra por debajo del nivel del mar y de los ríos. Pero se le olvida añadir que también se parece a Nueva Orléans porque jamás se realizó la obra hidráulica necesaria para prevenir las inundaciones, como lo denunció AMLO, aunque PEMEX entregó recursos millonarios al gobierno del Estado de Tabasco, que desaparecieron sin más.

Como en Nueva Orléans, el Fondo de Desastres ha sido incapaz de encarar la situación y, como en The Big Easy, como la llaman, la solidaridad popular ha tenido que llenar el vacío. Como en Nueva Orléans, se prometen fondos para la reconstrucción que, sin duda, se destinarán a los grandes hoteles, centros comerciales y colonias de lujo, mientras los pobres se rascan con sus propias uñas.

No alcanzo a imaginar lo que significa perderlo todo, absolutamente todo: los recuerdos de familia, las fotos de parientes idos, los regalos elaborados por los hijos, esa pequeña figura que evocaba recuerdos dichosos y que no pueden ser sustituídos jamás.

En las noticias ví a una señora que se congratulaba porque había logrado salvar su título y su cédula profesional y eso le permitiría empezar de nuevo. Y de inmediato rompió a llorar, abrumada por el tamaño de su desdicha. Empezar ¿en dónde?, ¿con qué?, ¿cómo?.

Por ella, por los cientos de miles más que duermen a la intemperie custodiando lo poco que queda, por los que no pierden la esperanza y se organizan, demos lo poco o mucho que podamos, a través de las instituciones o personas en las que tengamos mayor confianza. Por lo pronto, yo llevaré mi ayuda al Gobierno Legítimo, pues es a uno de los pocos que le creo que no se va a robar la ayuda. También la llevaría al centro de acopio de La Jornada o a la UNAM, instituciones dignas todas ellas.

1 comment:

Roberto said...

SABEN DE QUE VIVE LA IZQUIERDA MOCOS@S? DE ATACAR A OTROS Y DENOSTAR!!!

PRONTO YA NO SERÁ ASI